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Entre discursos y acciones 'privadas'. Las mismas diferencias, las mismas brechas
noviembre 20, 2019TwoPrincess
 |
- Romina de
Tokio -
Canela de Chim Pum Callao
Al parecer, el goce de derechos
en este país está condicionada por el acceso al mercado, antes que por ser
ciudadano, persona, o ser humano. Si la persona no está en el mercado
(cualquiera de ellos), entonces, debemos suponer, que los sujetos no existen. Esta
lógica es la que lamentablemente se ha extendido y asentado en el país,
convirtiéndose en exigencia y premisa que nos define a unas u otros, llevando
un discurso/práctica en que una persona mientras más esté insertado en el (los)
mercado(s) mayor número de derechos posee, mayor nivel y ejercicio de
ciudadanía puede ejercer.
El
estado, para empezar debería ser el principal ente que asegure el derechos a la
educación y al trabajo digno. El estado es quien debería llevar a cabo
políticas y programas de promoción de empleo, es quien debería proteger a todos
de la no discriminación, incluida la orientación sexual e identidad de género,
es quien debería asegurar la libertad sindical y los procesos de negociación
colectiva. Pero, vemos que dicha función del estado es inexistente, al menos
para las poblaciones de la diversidad sexual.
Sin
embargo, al parecer las compañeras travestis, los compañeros cabros y las
colegas machonas, ¡por fin podrán acceder a un trabajo digno! Claro, no como un
derecho asegurado desde el estado, y el cual supone sostenibilidad, seguimiento
y evaluación, bajo una política pública que verdaderamente exprese que estas
comunidades y sujetos son de interés público para el estado peruano.
Según la
iniciativa histórica (?) publicada este 17 de noviembre[1], 48 organizaciones peruanas y
35 transnacionales habrían llevado un proceso de certificación para el
compromiso con la comunidad LGBTIQ+ en el país en materia laboral. Esta
certificación, como debemos saber, es una propuesta netamente privada, pues al
menos no se incluye en la nota si esta certificación nace de una iniciativa
multilateral, y sobre qué estándares nacionales e internacionales se han
asumido, además que al parecer quien certifica ha auto-asumido la experticia en
el campo, lo que hace suponer que el proceso ha sido bastante arbitrario y a
partir de las relaciones particulares y privadas que se han podido establecer
con cada una de las empresas participantes; teniendo en cuenta además que hay
organizaciones que han avalado el instrumento de certificación, extranjeras y
que desconocemos su nivel de conocimiento de la realidad peruana. Sin embargo,
otorgando el criterio de la duda, se podría intuir que al menos los estándares
de Naciones Unidas y otros mecanismos/recomendaciones deben estar considerados
mínimamente.
La
empresa privada puede tener una certificación como diversa e inclusiva con la
comunidad LGBTIQ+. Ello a partir que una ONG capacita e indica cómo deberían
ser sus políticas laborales de no discriminación, chévere que se
haga, pero cómo hacemos que no quede en un saludo a la bandera, como usualmente
lo hacen durante junio y se pintan de colores arco iris. ¿Cómo aseguramos que
realmente sean inclusivas? Entendemos ahora que las personas LGBTIQ+ que
postulen a estos trabajos sentirán un trato digno desde la convocatoria,
evaluación, contratación hasta la continuidad laboral. Es decir, que una
traxara podrá postular mañana a cualquiera de esas empresas capacitadas y ahora
certificadas para trabajar.
¿Qué gana
la empresa? Subir un escalón más en la competencia que tienen entre el mercado.
Es decir, ahora llamarte “empresa inclusiva y certificada” les colocará como
una mejor empresa. Y más aún porque fue capacitada por una ONG cabra. Es decir,
la cabra le regala el estatus a la empresa. ¿Y el Estado? Ahí no miran
algunas.
¿Qué gana
la ONG? Llenarse de jamones sobre la cantidad de empresas que son inclusivas
gracias a su certificación mientras las cabras de a pie, las otras, siguen sin
políticas laborales que aseguren un trabajo de 8 hora. Cosa que no sucede en la
mayoría.
¿Qué
ganamos las cabras? Un espacio laboral “inclusivo” y de no discriminación pero
que seguramente te hace un contrato cada mes, y esto es, si es que te hacen
contrato. ¿Regio no?
Ahora,
este grupo de empresas certificadas tiene intereses sobre nuestros cuerpos como
espacio de producción, a menos homofobia y discriminación, mejor y mayor
producción laboral. ¿Y la social? ¿Cómo deberían impactar dichas políticas en
lo social? ¿Qué pasa con la traxara que trabaja regio en atento sin
discriminación pero sale del trabajo y regresa a su realidad de violencia?
Supongamos que estas políticas de capacitación y certificación a empresas sean
propuestas desde el Estado, ello aseguraría que sus entidades y políticas se
alineen al cambio que están proponiendo. Lo ideal, sería crear las políticas
laborales inclusivas, a la vez mecanismos de denuncia y políticas paralelas que
mejoren el espacio laboral. Por ejemplo, el derecho a la identidad de las traxaras
o permisos para acceder a servicios de salud por VIH, pues un tema que no ha
sido colocado es la relación entre la condición de VIH y el acceso y
sostenimiento laboral, ¿las maricas aún con VIH serán siendo consideradas
productivas para las empresas?
En ese
sentido, sólo dos datos que quisiéramos enfatizar, el primero menciona que el
67% de las organizaciones (ojo, sólo dentro de su campo de ‘participantes’)
cuentan con una política para la gestión de la diversidad, interesante sería
conocer qué tipo de política, pues en la práctica estas iniciativas estarían
adelantadas a cualquier iniciativa desde el propio estado. Segundo, 52% cuenta
con un comité de diversidad que incluye personas LGBTIQ+, también interesante,
pues ¿Este comité existe dentro de un sindicato? ¿Estás empresas reconocen a la
libertad sindical? Finalmente, el 14% (42% nacionales) brinda soporte a sus
colaboradores trans durante su transición, wow, ¡Eso sí es alentador!
¿Realmente es esto cierto? ¿Dónde están esas empresas? ¡Para dejar mi
aplicación inmediatamente! Es bastante, es demasiado para ser verdad, por lo
que intuyo que dicha certificación han sido módulos con sus respectivos
check-lists para luego hacer firmar cada participante el acta de compromiso
para ‘trabajar’ cada aspecto mencionado, por no decir que estuvo ‘dirigido’.
Por ello, la importancia de crear estas certificaciones desde espacios y con
espacios multisectoriales, que verdaderamente puedan verificar, monitorear y
comprobar que dicha certificación se cumple, más aún cuando comprometen
derechos fundamentales de las personas.
Todo lo
que se hace con la empresa privada nos parece importante, pero no debemos
perder la brújula de nuestra lucha. Debemos tomar en cuenta que la mayoría de
cabras y travestis no accedemos a trabajos “formales”, de esos que incluyen
planillas y contratos. Muchas están en negocios informales donde ser maricas o
travestis nos coloca como pieza de reemplazo con mayor facilidad. Tenemos
políticas laborales tan ineficientes que vemos cómo se quema un container con
personas adentro. ¿Alguna de ellas habrá sido cabra? Quizás, pero habrán sido
de esas cabras que no estarán en Atento ni IBM con sus políticas inclusivas.
Finalmente,
trabajar asuntos laborales y la diversidad sexual requiere una experticia que
vaya más allá del manejo, coordinación, negociación con el sector privado,
requiere de un fuerte manejo político y conocedor del estado y sus políticas,
pues el acceso a un empleo digno es un tema de derecho no de acceso a mercado.
Además, el reto es justamente la ampliación de derechos, principalmente para
quienes no gozan de ellos. Para la diversidad sexual, el reto no es trabajar
sobre la base de los que ya poseen un trabajo o un espacio óptimo para
ejercerlo, sino trabajar para que quienes no poseen un trabajo, lo tengan sin
condicionamiento alguno.
Así que
colegas, maricas, machonas y maricas, empiecen a enviar sus solicitudes de
trabajo, la lista de las empresas son:
Atento
Bigmond Top Executive
Search
Financiera Oh!
Google
Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual (Indecopi)
Interbank
IPG Mediabrands
Konecta Perú
ManpowerGroup Perú
MARRIOTT
PERU
Miss
Cupcakes
Organismo
de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA)
Payet, Rey,
Cauvi, Pérez Abogados
Procter
& Gamble
Química
Suiza
Sodexo
Perú
Supermercados
Peruanos
Movistar
/ Telefónica del Perú
Tiendas
del Mejoramiento del Hogar S.A. (Sodimac / Maestro)
Uber Perú
La suerte
del mundo con las postulaciones!!!!!!!!!
[1] Fuente: https://peru21.pe/peru/estas-empresas-estan-comprometidas-con-la-comunidad-lgtbiq-en-el-peru-noticia/
Foto: Facundo Nivolo, ver: https://bit.ly/2O58DK8
Foto: Facundo Nivolo, ver: https://bit.ly/2O58DK8
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