-Andrea de San Benito y Seoane del Callao-
1.- Contexto:
Llegué a Oxapampa con bastante
curiosidad porque me habían contado que los ligues a través de Grindr
(aplicación de ligue gay) eran bastante limitadas. La distancia entre ciudades
hacía que las personas conectadas tengas muchos kilómetros de diferencia entre
una y otra. Esto hace que la cantidad de personas que utilizan esta aplicación
se reduzca. Además, teniendo en cuenta que en su mayoría los hombres closet
no usan este tipo de apps.
Cuando me comentaron eso me quedé
pensando en las otras dinámicas de ligue que se dan fuera de las aplicaciones
ya conocidas para maricones. Las interacciones de estos hombres que menciono,
en su mayoría, se dan en espacios “clandestinos”, por llamarle de alguna
manera. Estos espacios clandestinos o que permiten una interacción “solapa”
“caleta” pueden ser los bares, fiestas o alguna actividad comunal.
Entonces vamos delimitando, hay
un grupo reducido de hombres gais que usan Grinder (fuera del closet y uno que
otro closet), existe otro grupo que no usa Grindr (Closets, mostaceros,
mineros) y no sabemos dónde están y cómo ligan. Este segundo grupo es el que me
interesa.
Para lograr acceder e identificar
al segundo grupo, la hipótesis que propongo es que se encuentran en bares
locales. En el rubro de bares oxapampinos también haremos una diferenciación
porque están los bares turísticos, en este caso Vatter Otto, Treff, Dorcher,
que suelen ser frecuentados por turistas y locales jóvenes que les interesa la
cerveza artesanal (sea por gusto o por estatus). En cambio, está el otro grupo
de bares, al que acceden los hombres de la zona, en su mayoría adultos, padres
de familia, obreros, que frecuentan estos bares porque los precios son más
bajos y menos poseros. Estos bares de la segunda categoría tienen mayor
asistencia de hombres, no de mujeres.
Tomando en cuenta mis
experiencias previas en bares de hombres, llega un momento en el que el alcohol
permite las manifestaciones homosexuales y relaciones homoeróticas entre ellos.
En este caso si hay algún sujeto homosexual en el espacio y este es validado
por los hombres puede que la ruptura a la masculinidad hegemónica del grupo sea
mucho más rápida.
Debía identificar estos espacios
dentro de Oxapampa y para esto recurrí a buscar información a través de algunas
cabras que encontré en la aplicación de ligue Grindr. A una de ellas le hice
consultas sobre los bares de la zona y específicamente por uno que ya había
visto previamente. Este se llama “A la caleta”. La maricona me comentó que era
un bar de mala muerte, donde iban travestis y algunos maricones a
esperar que los hombres estén borrachos, que a veces terminaba en pelea y que
hasta te podían robar. Esto quiero yo, pensé.
El lunes en la noche fui al bar
“A la caleta”, entré y me encontré con una mesa ocupada por dos hombres y una
chica. Esta chica es la que atendía el bar y cuando me senté me preguntó que
cerveza quería y cuando me la trajo me consultó si quería compañía, a lo que
respondí no, y se quedó sorprendida. Estuve con mi cerveza y fumando unos
cigarros hasta que uno de los hombres que ocupaba la mesa del frente me llamó y
me acerqué.
2.- Interacción:
En este capítulo paso a describir
más sobre las dinámicas entre hombres, tomando en cuenta la interacción ya se inició
en el espacio con ellos.
Definitivamente hay un factor que
permite que la cabra/la otra sea invitada al espacio de los hombres. Esa podría
ser una especie de validación, que se da a través de analizar la performance
de la cabra/la otra. Una vez realizada esta rápida evaluación recién será
invitada a formar parte. Si estos grupos se encuentran socializando alrededor
del alcohol también puede que los criterios de evaluación para la validación
varíen. Podría incluso intervenir la arrechura del hombre que hace la
invitación.
Una vez que la cabra/la otra está
en el espacio de hombres empieza una especie de ritual en el que los hombres se
presentan y empiezan a justificar el por qué de su invitación. Es decir,
primero pasan por la preocupación al preguntar qué haces solo, luego a generar
confianza indicando que eres bienvenido al espacio e invitando cerveza.
Muestran caballerosidad.
Durante la interacción entre los
hombres y la cabra/la otra se van a manifestar algunos códigos del lenguaje y
la broma que van a permitir identificar cómo está siendo leída la cabra/la otra
dentro del espacio. Es decir, a bromas sexuales de hombres es probable que
estén sexualizando a la cabra/la otra, a bromas homofóbicas puede que la
cabra/la otra no haya sido identificada y puede que tampoco sea validada en
segunda estancia. Igual esto último no es definitivo, porque la validación se
puede dar en distintos momentos y en distintas formas. A veces solo basta con
que uno de los miembros del grupo valide a la cabra/la otra para que lo demás
ya no se metan en el asunto. Es decir, una especie de fraternidad,
confianza y respeto entre ellos, y por lo tanto a la cabra/la otra de uno de
ellos.
Entre las bromas que se dan en
hombres también está el mariconeo, esta dinámica también rompe tensiones entre
la cabra/la otra y los hombres, y muchas veces el mariconeo permite evidenciar
que hay hombres a los que les gusta. Y a través de la broma también pueden
soltar información o anécdotas sobre su interés o prácticas con cabras/otras.
Una vez que ambos grupos, los
hombres y la cabra/la otra logran entender en qué nivel de comunicación se
encuentran, es decir, el gileo/flirteo/ligue, se van a permitir ser más
explícitos. En el caso que yo describo de “A la caleta” hubo una variable
bastante interesante que no permitió que la comunicación entre hombres y la
cabra/la otra pudiera seguir el rumbo normal, fue que había una mujer. Ella
atendía el bar y cumplía el rol de compañera, y posiblemente trabajadora sexual
del espacio.
Los espacios de hombres alrededor
del alcohol suelen terminar en coqueteo homoerótico y probablemente escalar
hasta alguna cuestión sexual. En este caso hay que incluir un cuerpo femenino,
con esto los hombres tienen/creen que deben cumplir todavía con los estándares
solicitado por ellas y la sociedad, es decir: no ser cabro/mostacero/minero.
En algunos casos las mujeres o
trabajadoras sexuales entienden la dinámica del grupo de hombres con la
cabra/la otra y puede que permitan el desarrollo de esta, porque se entiende como
una especie de hermandad también, pero en este caso de la cabra con la otra.
En
el último caso la mujer se convirtió en la vigilante de los hombres. Era
extranjera, todavía no sé si eso tenga que ver en su forma de actuar o no.
Además, ella tenía la responsabilidad del bar, por lo que se puso vigilante
frente a mi interacción con sus hombres.
(Continuará)
Fuente de imagen: Dibujo de Francisco Hurtz
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