-Yerson Mori-
Ayer
visité un nuevo sauna. Conocí a Javier, un chico muy agradable y carismático. Lo
conocí estando yo tan caliente y fogosa con otro punto al que había echado ojo
y que ya había atracado. Entre lenguazos y mordiscos que aún siento, estando solos
los dos en la cámara caliente, entró Javier arruinando el momento y espantando
al puntito, que por cierto ahora que lo pienso se chupó por closetero.
Así
que me senté con impotencia por haber dejado ir a ese flaquito que me mojaba,
pero como una siempre tiene que hacerse la disimulada cuando anda de aguantada,
decidí hacerle la conversa a Javier.
Por
supuesto le conté sobre lo pasado y ambas reímos. Él también se animó hacerme
la conversa contando su experiencia con otro punto y así salimos de ese espacio
porque sentía que acabaría frita por el calor.
Nos
sentamos fuera en una banca por donde todo el mundo transitaba y así, comenzó
una conversación larga e interesante.
Al
ver que todas las cabras del lugar pasarían por donde nosotrxs, levanté un poco
el tono de la voz en nuestra conversación para llamar la atención.
Hablamos
del condón, del lubricante, del sexo anal, del papiloma humano y hasta de los
saunas que él conoció en modo explorador. Muy interesado y preocupado por lo
que le decía sobre el papiloma humano, dijo se haría la prueba porque como él
decía, una nunca sabe.
Tocamos
el tema del chico a quien recientemente agredieron en Miraflores. Al parecer
Javier no sabía nada, y yo ni corta ni perezosa le conté el chisme. Explicaba
sobre el hecho que si una como cabra denuncia y pide ayuda cuando un homofóbico
nos acosa, agrede o violenta, la policía o la municipalidad nada hacen, al
contrario, dejan libre al agresor y para variar existen otras cabras que salen
apoyando al agresor y revictimizando a la víctima .
Esa
impotencia y esa rabia en algunos casos hace que callemos y no enfrentemos a estos
tipos que seguramente lo harán con otrxs, volviéndose normal el actuar de esa
manera, alimentando el machismo violento de estos, y a nosotrxs nos queda hacer
prácticamente nada. Nos queda callar, a veces pelear a lo Li, pero con el
riesgo de terminar desfiguradas, con un trauma que seguramente muy pocxs
entenderán.
Creo
que por la convicción que abordaba el tema permitió que Javier compartiera tres
experiencias muy duras y lamentables parecidas a las de Li.
Cuando
era joven tenía el cuerpo formado y esbelto que después de su operación a la
vesícula cambió a raíz de las dietas impuestas por su doctor. En una
oportunidad cuando tendría 13 o 14 años, trabajaba repartiendo comida y agua en
un lugar de construcción. Allí había un hombre súper musculoso, alto y semental.
Éste al identificar la homosexualidad de Javier, razones por las que la gente
asume ser cabro, maricón o puto, se insinuó a él sacándole su pito largo y
grueso, provocando por supuesto excitación a la joven cabra que tenía enfrente.
Javier confesó estar aterrado en ese momento al ver el tamaño del pene. Trató a
pesar de estar excitado hacerle saber que él no quería ser parte de ese momento
y menos el de ser penetrado. Lastimosamente por la fuerza que tenía el hombre,
violentamente lo forzó y lo penetró perpetuándose una violación por el simple hecho
de ser cabro. Las palabras que Javier nunca olvidará son éstas: eres cabro ¿No?
Querías verga ¿No? Ahora te aguantas. Él trató de forcejear deseando librarse
de ese momento, que luego causaría un trauma tanto físico y emocional.
Quizá
por mala suerte, se encontró con este sujeto en otra oportunidad y en ella pasó
algo similar pero con más violencia. Según el agresor decía: “por cabro chupa
pinga”.
En
otra oportunidad mientras él dormía, su primo lo violó pensando que él estaba
dormido. A ésas alturas él creía que siempre sería así. En contra de su
voluntad fue ultrajado y violando causándole un fuerte dolor al caminar,
además, de dejar una sensación de auto desprecio y asco, según me decía, por el
simple hecho de ser maricón.
Entre
otras experiencias, como la del bus y el hombre ansioso que rozaba su pene
intencionalmente contra sus nalgas cada vez que el vehículo frenaba y con una
mirada que aterraba por su forma tan ansiosa que querer tener su atención
seguramente para saber si era correspondido, que desde luego por miedo a su
expresión Javier hacía como si no le diera importancia, tratando de moverse a
un lado y así en ese afán hasta no poder más y querer bajarse de allí.
Sin
embargo, el sujeto logró deliberadamente colocarse detrás de él frotando su
pene erecto contra sus nalgas incesantemente. Sé que para algunos esto sería
excitante pero para muchos otros, esto es aterrador.
Finalizó
contándome que todo esto terminó en una depresión de años, sintiéndose sucio y
desgraciado, pero que felizmente ahora ha podido superar este trauma
reconciliándose él mismo con su cuerpo e identidad.
Siempre
diré que las cabras así como las mujeres hemos sido y aún somos víctimas de
acoso y violencia, por culpa del machismo normalizado en nuestra sociedad que
piensa que los hombre tienen el derecho de utilizar nuestros cuerpos como
objeto sexual cada vez que ellos ‘los hombres’ decidan así usar.
Peor
aún, existen gays que sienten que esto es normal, quizá por experiencias
vividas o simplemente así fueron enseñados y luego van de defensores del
victimario, culpando a la víctima sin tener un tantito de empatía. No son conscientes
que aquí sólo existirá una víctima, unx perdedorx que vivirá con sus traumas y
complejos. Impotente por esta sociedad indiferente y un gobierno ausente ante
la demanda de estas víctimas que piden justicia. Una justicia que se hace ciega,
lavándose las manos con la sangre de muchas mujeres, cabros y tracas que ya no
están y no volverán.
Sólo
quedará a que gente revoltosa y exagerada siga revelándose contra este sistema
patriarcal y contra esta sociedad que no hace nada y tampoco deja hacer.
Ocupemos
espacios, seamos voz, haciendo que el patriarcado caiga desde donde estemos,
esperando que la justicia recaiga sobre cada feminicida violador y acosador.
*Javier
es el nombre de una persona que sí conocí.
Fuente de imagen: imagen tomada por Yerson Mori de la web, autor desconocido.
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