-Romina de Tokio-
Se ha escrito ya sobre las diferentes vulnerabilidades que las
personas de la diversidad sexual y genĂ©rica estarĂan enfrentando en esta nueva
etapa de pandemia global, vulnerabilidades estructurales en relaciĂ³n a la salud
(fĂsica y emocional), la seguridad, el trabajo, incluso se han identificado
poblaciones mĂ¡s sensibles como las personas que viven con VIH, los
trabajadores(as) del sexo, los adultos mayores LTGBI. Sin embargo, sabiendo que
especialmente las maricas son bastante perras y cacheras, y prueba de ello son
las diferentes aplicaciones y plataformas para el encuentro y el
intercambio/comercio sexual, quisiera deslizar la pregunta referente a cĂ³mo se
estĂ¡n ingeniando las maricas para calmar su arrechura en este tiempo de
cuarentena y aislamiento social.
Las aplicaciones como Grindr sigue en funcionamiento, e imagino
que las demĂ¡s de igual forma, y algunas funciones antes exclusivas ahora son
gratuitas (como el recorrer el mundo y enviar mensaje al guapo de India,
Holanda, o en SudĂ¡frica). La plataforma como Skokka (para Scorts chicos, chicas
y travestis) sigue también en funcionamiento, incluso los chicos se las han
ingeniado y algunos colocan en su descripciĂ³n que poseen pase de permiso para
movilizarse, otros ofertan llamadas y video llamadas erĂ³ticas y sexuales, otros
promocionan la venta de videos caseros. Es decir, la pandemia también ha
permitido diversificar la oferta sexual. Pues como se dice, el sexo y la
arrechura mueve el mundo, y al parecer es mĂ¡s fuerte que toda medida
coercitiva; total si el VIH aĂºn en tiempos de pre tratamiento gratuito no
escatimĂ³ las pulsiones que edificaron saunas, cines pornos, cuartos oscuros,
¿por quĂ© este virus novato habrĂa que contener deseos y pulsiones primarias? Aunque,
en otros contextos, donde el sexo es un asunto liberado y sin casi restricciones,
mĂ¡s bien estĂ¡n experimentando ciertas limitaciones, como el caso de BĂ©lgica,
donde a travĂ©s de su Ministerio de Salud, se han prohibido las “actividades
sexuales ‘no esenciales’ de tres personas o mĂ¡s”, pues al parecer el paĂs es
conocido como la capital europea, sino del mundo, del sexo grupal, y en donde
en la tercera semana de marzo, una orgĂa de 500 personas, terminĂ³ con un saldo
de 380 casos de coronavirus. [1]
Imagino que las cabras ‘afortunadas’ de estar emparejadas y en
convivencia estarĂ¡n bajo el soponcio habitual de la rutina, pero ¿Y las otras?
¿Las parejas que aman los trĂos? Algunas amigas maricas estĂ¡n en nivel
desespero, tratando de engatusar a un incauto padre de familia en el mercado, o
tratando de seducir al cachaco servidor de la patria como si se estuviese en La
Jarrita, o incluso mironeando al vecino que lava la ropa en calzoncillos,
tratando de encontrarlo en la calle, porque la autoestimulaciĂ³n ayuda, pero no completa
ese morbo que a muchas nos motiva. Seguro que
muchas imaginan hacer una masturbaciĂ³n mutua de ventana a ventana, para
hacerlos mĂ¡s entretenido. Todas estĂ¡n arrechas, todas extrañan los espacios y
la movida del puterĂo. ¿CĂ³mo sobrevivir este encierro?
Ahora, pensando en el futuro cercano, sin duda alguna esta epidemia
va a transforman la arquitectura e ingenierĂa de los deseos, el cacherĂo, el
morbo, la arrechura de las maricas. Teniendo en cuenta ademĂ¡s que al parecer la
provisiĂ³n de condones estĂ¡ en riesgo, con un dĂ©ficit calculado en 100 millones
de unidades debido al bloqueo de las fĂ¡bricas por la pandemia.[2] ¿QuĂ© pasarĂ¡ con los espacios habituales como
el Ritz, el Tauro –¡Hace poco enterado que lo habĂan reabierto! -, los diversos
saunas como el 240, el 69, el del Sagitario, el Olimpus, el Seven, etc., los
cuartos oscuros? ¿CĂ³mo van a sobrevivir los cabros una vez pasada la
cuarentena? Porque quedarĂ¡ seguro restricciones para espacios pĂºblicos, a la
vez que una sensaciĂ³n de suspicacia y temor frente al otro, aunque en realidad
eso Ăºltimo no ha limitado la arrechura de las mariconas y probablemente se creen
mĂ¡s espacios sexuales clandestinos dentro de lo clandestino que ya eran.
Son nuevos tiempos, nuevos escenarios a los cuales se habrĂ¡ que
adaptarse, pero creo que de igual forma triunfarĂ¡ la arrechura. Cuando el nuevo
virus sea domesticado, las cabras regresarĂ¡n a su cotidiano o lo reinventarĂ¡n,
pero por lo pronto resulta interesante observar y participar de las
estrategias, artimañas para saciar un apetito que no conoce de virus ni de
cuarentenas. ¿Y tĂº ya tienes tu salvoconducto, te levantaste a un cachaco,
andas de voyerista?
Fuente de imagen: tomado del Facebook de Javier Antonio MartĂnez
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